Además
de los deliciosos sabores de los helados
artesanales de Alicante
que preparamos a diario, quienes atraviesan
nuestras puertas se ven tentados de pedir un vaso de la horchata más
refrescante. Una bebida de la que ya se habla en diversos escritos del siglo
XVIII. Sobre el origen de su nombre se cuenta una curiosa historia en la que,
en tiempos de la Reconquista, una joven aldeana ofreció al rey de Aragón un
poco de esta dulce bebida. Creyendo el monarca que se trataba de leche, se
sorprendió él de su dulce sabor preguntando qué era eso que le habían dado a
beber. Respondió la muchacha que era leche de chufa (llet de xufa,
en valenciano),
nombre con el que se conocía la bebida. El rey exclamó: "Açò no és llet,
açò és OR, XATA!" ("¡Esto no es leche, esto es oro, guapa!"),
dando origen a tan curioso nombre.
Como ocurre con los helados
artesanales de Alicante, la horchata tiene una importante riqueza
nutricional que se traduce en el aporte de una gran diversidad de nutrientes
esenciales para nuestro organismo, además de refrescarnos en los días más
calurosos. Es comparable a las bebidas energéticas por su alta
composición de hidratos de carbono, rica en minerales (como el fósforo,
magnesio, hierro y calcio) y en vitaminas (principalmente C y E),
convirtiéndola en un buen aliado para disminuir los niveles de colesterol. Incluye,
además, una serie de enzimas que facilitan la digestión, por lo que se dice que
su consumo es apropiado para quienes tienen el estómago delicado.
Con propiedades tan beneficiosas y un sabor tan especial y único, sobre todo
como en la Heladería Xambit, que la hacemos también de forma artesanal, a nadie
puede extrañarle que la mayoría de quienes atraviesan nuestra puerta, terminen
por caer en la tentación.